jueves, 11 de septiembre de 2008

S-11: Agua!






Un año es mucho o poco tiempo, según se mire. Mucho tiempo amaneciendo alrededor de las 6 de la mañana. Mucho tiempo mirando el reloj aliviado a medida que se acerca el final de la jornada. Mucho tiempo para estar desmotivado, con la cabeza a kilómetros de mi cuerpo.

Sin embargo un año es poco si de lo que se trata es de descubrir lo que uno quiere. Todo ese tiempo llevo intentando trazar un plan, construir una ilusión que perseguir para darle un sentido a todo esto. Una vez transcurrido el plazo, la única conclusión que puedo sacar es que estoy cansado y que no tengo nada.

Admiro a los que se sienten cómodos regodeándose en su propia mediocridad, sintiéndose orgullosos de ella. Aquellos que permanecen alienados, impasibles mientras ven como la vida pasa a toda velocidad en un permanente "día de la marmota". Son los que te miran superiores a la par que compasivos y te dicen: "Tienes que sentar la cabeza y estabilizarte". Tristes borregos de un enorme rebaño. Tienen grabado a fuego los pasos que han de seguir en su vida y nunca se han planteado si existe otra opción.

Es esta mentalidad la que os llena de amargura, no queréis verlo pero sabéis que algo falla. Perseguís cosas pero sabéis que la frustración no va a desaparecer, no se irá con la compra de un coche potente, ni con la de un piso bonito con piscina y pista de "padel", ni con un "Home cinema" que te cagas, ni con las Ligas del "Madrí", ni con un polvazo y un buen pedo. Allí seguirá, pobres de espíritu. Y seguirá porque vuestra vida es triste y gris pero no queréis daros cuenta.

Yo, doblemente iluso, centro mis energías en escapar de ese "agujero negro". Triste a mi manera por querer evitar lo inevitable, por pensar que otra vida es posible.

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