domingo, 31 de agosto de 2008

Amor, drogas y rock and roll


El amor es como las drogas: la vida transcurre apacible mientras no las conoces. Sin embargo, un día te pica la curiosidad y las pruebas. Ante ti se abre un mundo nuevo de sensaciones increíbles que jamás habías experimentado. Quieres más, al principio todo es genial, llegas a tocar la felicidad con la yema de los dedos. Nada más importa cuando estás "flipando", es lo único que quieres.

Sin embargo, llega un día en el que echas la vista atrás y te das cuenta de que ya no es lo mismo. Has dejado todo a un lado persiguiendo esa sensación que ya no encuentras. En su lugar queda algo aún más fuerte: la dependencia.

Te has quedado solo y estás atrapado en una dinámica autodestructiva de la que no puedes salir. Sabes que lo mejor es acabar con el problema pero es demasiado doloroso y traumático. Continuar, en cambio, te va consumiendo poco a poco, de forma que casi ni aprecias. Pero todo tiene un límite, o no?

miércoles, 27 de agosto de 2008

¿Pragmatismo o Idealismo? dilemas de un "administrativo de empresas"




Los de mi generación nacimos en pleno despertar de la democracia. Tras años de lucha y sufrimiento, nuestros padres nos ocultaron el lado amargo de la vida y creímos que todo era juego y fantasía. Ellos fueron culpables por sobreprotegernos y nosotros por ignorar que existía otra realidad.

En épocas de escasez y miseria, la formación universitaria estaba al alcance de unos pocos elegidos, la élite. Éstos y "los de siempre" se repartían todo el pastel de una economía emergente en la que hasta los más desfavorecidos alcanzaron el "bienestar". Fue entonces cuando se extendió la nefasta idea de que "estudiar" eran el mejor/único trampolín hacia el éxito. Años después, educados a sangre y fuego bajo esta filosofía, los de mi generación abarrotamos las Universidades con el único fin de conseguir un título cuyo valor ha ido descendiendo hasta los infiernos a medida que crecía el número de titulados en circulación.



¿Por qué cuento todo este rollo? sencillo: muchos de mis coetaneos nos hemos visto empujados a estudiar una carrera por puta inercia-presión social-familiar. Una carrera que, en infinidad de casos, o no queríamos o no sabíamos si queríamos. Un destino fijado por otros. Emprendimos el camino sin plantearnos porqué y avanzamos con decisión porque nos motivaba alcanzar la meta: licenciarnos. El problema es que una vez llegado el día, nos dimos de bruces con la cruda realidad: el vacío. El vacío de vivir una vida que no elegimos. El vacio de saber que lo que creíamos no era lo que queríamos y lo que queríamos no lo sabíamos. Finalmente, y para rematar, nos quitaron el Matrix y nos dijeron que ya era hora de nadar sin flotador, de volar nosotros solos.


Conclusión: no hay vuelta atrás. Nadar o morir, volar o caer. Toca conformarse, mirar hacia adelante, ignorar esa puta sensación que machaca día a día nuestras putas vidas y conformarse, autoengañarse pensando que la vida es así y que esto es lo que toca. Joder! y una puta mierda! Yo por mi parte me niego. Prefiero fracasar en la búsqueda a vivir una vida que no he elegido.