martes, 30 de junio de 2009

Rimilla díscola





Perro del hortelano, apareces en mi vida, al olor de la comida, arrimado a los fogones.
Te preparo un rico guiso, ¡vaya plato de sardinas! me sacudes y me gritas: "¡mas yo quiero boquerones!".
¿Qué te sucede perrito? estoy hasta los cojones. La siguiente tentativa, por mis narices no comes.
Te me acercas y me agitas (todo penas y dolores): "no hagas caso a mis palabras, son producto de bajones".
Y vuelvo a meter la pata, ¿cuál es el resultado? nada nuevo, estaba claro: me vomitas y me jodes.

7 comentarios:

Anónimo dijo...

Al perrico tú ni caso, échale otro hielo al vaso!!
para celebrar que somos, de lo bueno lo mejor
quien no sepa darse cuenta, no es que no tenga valor
es que imponemos lo nuestro, y cuesta dar ese paso.

Ana dijo...

:-)

Si al final vas a resultar ser un poeta.

jajajajaja

Juanlu dijo...

Calla que tengo unas rimas perdidas por ahí que tengo un montón de ganas de publicar porque son la risión pero me da cierta cosica porque tratan temas un pelín escatológicos...

Anónimo dijo...

Su puta madre el puto perro...dos ossssssssssstia le daba yo le espabilaba...que no sabe el hambre que pasamos en tiempos de guerra...jajajajaja
besicos

Cristina dijo...

Lo que opino, es que al perrito se le debería cortar la cola, para que sepa quien es el 'jefe' y como hay que tratarlo.

Si eso no te parece bien, lo que puedo entender porque yo soy algo bruta...dejalo en la calle, que ahora en la epoca de verano hay muchos perritos por la calle abandonados o simplemente de paseo. Busca te otro mas majete.

U Know. True story.

Juanlu dijo...

jajaja!! nos va a denunciar la protectora de animales ;P

Besillos!

torresgump dijo...

Doy fe de las rimas perdidas escatológicas, aunque si no se publican en un blog llamado carros de mierda, ¿dónde si no?
En el fondo todo gira alrededor de las boñigas, o de la gente que te hace sentir como tal. El caso es que las excreciones huelen a podredumbre, así que todos tratamos de no olerlas. Excepto las propias, que nos pensamos que no golen mal, asín que queremos que todos aprecien su olor, pero luego no somos pasamos de meter la nariz en mierda ajena.
(¿Hablabas de escatología?).