viernes, 12 de diciembre de 2008

Cosas que joden (II)







Se que estamos en crisis y que la humanidad tiene unos problemas lo suficientemente serios como para frivolizar con estupideces intrascendentes. Sin embargo, ¿no son las pequeñas cosas de la vida las que hacen que ésta merezca la pena? y de la misma forma, ¿no son esas mismas cosas las que te la pueden joder?

Por ejemplo, ¿acaso hay algo que joda más que el momento de salir de la cama en invierno, antes de las 7 de la mañana, en la casa de un pobre proletario que no se puede permitir lujo alguno con la calefacción? trauma diario, normal. Después de pasar por el mismo trance en la ducha, te dispones a salir de casa con la hora "pegá" al culo para llegar al trabajo y observas impotente que llueve a mares habiéndote dejado el paraguas en casa. Sí, el mismo que inútilmente habías portado durante semanas. ¡Cómo jode!

¿Pero qué me decís si además resulta que el tren se retrasa y tienes que esperar a la intemperie con el termómetro marcando 0 grados? eso ya es ser un "Lusa". Pero como el tema a tratar aquí no son los "desgraciaos" sino las cosas que le tocan a uno los "güevos", prosigamos con la cronología de los acontecimientos cotidianos; para alguien cuyo lugar de trabajo se encuentra a más de una hora de su hogar, en transporte público, el descanso en el trayecto es algo fundamental. Sin embargo, muchas veces éste se ve truncado o interrumpido por parejas o grupos de "hijosdelagranputa" que se ponen a vocear para toda la "parroquia". Jode y mucho.

Bueno, al menos hemos llegado al curro. Eso sí, agotados, congelados, con una pulmonía y de mala ostia. No pasa nada, ahora estamos "calenticos". Eso sí, las cosas que joden en el trabajo las dejare para otra entrada porque sino esto se puede convertir en algo como la Biblia.

Por otra parte, si tuviera que hacer un ranking, el Rafa Nadal de las cosas que joden seguramente sería pisar una mierda. Joder, y hablando de M, qué decir de cuando uno acude al escusado apremiado y, una vez aliviado, gira su testa y no encuentra más que el cartoncillo del papel higiénico. Puede ser peor, si vamos a un baño público y, al terminar nuestros "quehaceres", tras refregarnos las manos, nos disponemos a salir y, al coger el pomo de la puerta, nos lo encontramos mojado de "vete a saber qué". Jode y es asqueroso.

El subcampeón de este "popular" ranking podría perfectamente ser que te dirijan esa tan manida frase, amable a la par que incisiva. Unas escuetas palabras, dulces y melodiosas, pero que se te clavan como un puñal: "te quiero como amigo". Dioooos!!... ¿Acaso no es preferible escuchar algo como: "me cago en tu puta madre"?

Hay un foco de jodienda que se erige en rasgo común del año que acaba y del que está a punto de entrar: numerosos festivos cayendo en fin de semana. ¡Mierda! ¡Eso sí que jode de verdad!

"Estaros a sopesquete" de las cosas que joden porque las tengo a "cholón". En breve, más entregas.

sábado, 6 de diciembre de 2008

Cómprate unos malditos cascos!!



Hace casi 5 meses publiqué una entrada en mi antiguo "Fotolog" sobre el inquietante asuntos de los "mamarrachos" que se dedican a perturbar nuestras, ya de por si perturbadas, vidas, compartiendo el sonido enlatado de las "chusteras" melodías que emanan de sus móviles con mp3 (pero sin cascos).

Desde diversos foros ha surgido una corriente que pone el grito en el cielo y se alza contra la tortura psicológica que esta panda de descerebrados nos infringe día a día en los transportes públicos.

Movimiento "Cómprate unos malditos cascos"




Movimiento MEMPEC: "Métete el móvil por el culo"



Me uno desde mi humilde blog a esta emergente rebelión, rememorando el "post" que, en su día, me inspiró el comportamientos de estos "gilipollas":


Grandes inventos de la humanidad

El ser humano a lo largo de su historia ha desarrollado una carrera tecnológica imparable con los logros más increíbles jamás imaginados. Este proceso también ha visto el nacimiento de grandes "cagadas" de consecuencias nefastas. En el número uno, bastante destacada, encontramos la bomba atómica como la idea más "feliz" surgida de la mente de un "homo sapiens".

Pues bien, cuando pensábamos que no podía haber nada peor surgieron los móviles con mp3. Desterrada hace lustros la moda de los "loros", en plena era de los microdispositivos musicales, los putos móviles con mp3 se han convertido en la mayor pesadilla de la gente de bien. Ello se debe al uso indebido que por la calle o en los transportes públicos hacen "pokeros", "kinkilleros", "reggetonianos" y demás gente de mal vivir que martirizan nuestra existencia con los sonidos infernales que emanan de dichos aparatos.

Y pienso yo: "¿Por qué lo hacen? ¿Se trata de hacer ostentación de esa puta mierda de música? ¿Acaso el sonido distorsionado es mejor que si lo escucharan con auriculares? ¿o simplemente lo que quieren es tocar los cojones?"

Me hago muchas preguntas pero no encuentro respuestas. La única certeza que tengo es que la gente es "gilipollas" y que la cadena perpetua con trabajos forzados no es castigo suficiente para algunos.