jueves, 27 de noviembre de 2008

Gran empresa, mejores personas

Allá por finales de Mayo decidí pegar un giro en mi vida. Dejé un puesto de trabajo en una caja de ahorros en la que apuntaba a indefinido por una "mierda" de beca, eso sí, en un pedazo de monstruo alemán de empresa de cuyo nombre no debo acordarme. Siempre es difícil tomar decisiones y más cuando el cambio te lleva a una situación objetiva peor: ganar menos, vivir más lejos y no cotizar a la seguridad social.

Sin embargo, pasados 6 meses, es hora de hacer balance. Mientras que la misma época en "la caja" fue el momento más arduo que he vivido nunca, en una oficina enormemente transitada de un tradicional barrio obrero de Madrid, con grandes dosis de estress, angustia permanente y, sobre todo, haciendo un trabajo que odiaba, la primera etapa que acaba de concluir en mi "nueva casa" ha sido una de las experiencias más enriquecedoras de mi existencia. Y el motivo no es que esté desempeñando un trabajo apasionante, nada más lejos, la culpa de esto la tienen las personas. Gente cojonuda que he tenido la gran suerte de conocer por "habitar" en una multinacional.






Es el momento, por tanto, de ponerme "sentimentaloide" y acordarme de todos con los que he compartido estos últimos 6 meses: empezando por "el primer reemplazo" que me acogió cuando llegué tierno y asustado (Conchita, Paloma e Irene), después vino el "comando becario" (Au, Ángela, Laura) que se mantiene unido a pesar de las amenazas de ruptura recientes. Las nuevas incorporaciones (Eva, Cristina, Natalia) y la que ya se fue (Estefi). Cómo no, mis compis de área de nóminas, cracks todos, y el resto de miembros del departamento, donde se respira un buen rollo infinito. Y qué decir de la piña de "admin-red": Raúl, Lori, Honorio, Tomás y un largo etcétera de tíos cojonudos de la cabeza a los pies. También me acuerdo de tí, "la chica de la empresa de al lado", Maite, época de "bajones mil" nos ha tocado compartir, eso sí, siempre con una sonrisa en la boca. Y cómo no, el equipo de seguridad con el "capitán Rubén" a la cabeza y el inestimable apoyo de Ana, Beatriz, Rocío, etc. buena gente de verdad. Un último recuerdo para todos los "Guguensomes" (René, "Carpincho", "Handsomeguy", etc) terco-alemanes de pura cepa, a los que uno acaba cogiendo mucho cariño.

Se me cae la lagrimilla recordando a toda esta "gentucilla". Lástima que con la coyuntura actual no esté el horno pa bollos y las posibilidades de quedarse dentro de 6 meses tiendan a cero. Disfrutaré mientras pueda porque merece la pena.

martes, 18 de noviembre de 2008

Crisis en el mercado del amor





Por todos es de sobra conocido que estamos metidos de lleno en una crisis financiera sin precedentes que ha acabado salpicando a la economía real de todo el planeta. Esto ha hecho temblar los cimientos del sistema: liberalismo, social democracia, qué coño más dará, lo que verdaderamente importa es que estamos bien jodidos.

En España, esta epidemia se ha extendido como reguero de polvora, contaminando a la par, el mercado de la vivienda, el financiero y, finalmente, como no podría ser de otra forma, el mercado laboral. Pues bien, hay un mercado que poco tiene que ver con las hipotecas basura y los activos tóxicos pero que seguramente esté bastante más jodido que todos lo que aquí he citado: "el mercado del amor".

Analicemos: en primer lugar, este mercado sufre unas "barreras a la entrada" brutales, y es que nuevos agentes retrasan indefinidamente su entrada al mismo, malgastando absurdamente el tiempo en relaciones que se encuentran completamente acabadas. Esto además genera que "los productos" salgan en "mal estado" de dichas situaciones.

En segundo lugar, se plantea el grave problema de la "selección adversa". Esto es, la existencia de "asimetrías informativas" y unos elevados "costes de búsqueda" provocan que el agente acabe por no realizar transacción alguna o, de hacerla, acabe eligiendo el "producto" defectuoso. Esto se explica debido a que es muy complicado saber donde encontrar a la persona que buscas y, llegado el caso, se plantea el problema de saber si lo que encuentras cumple los requisitos deseados y si es realmente lo que dice ser. El temor a ser engañado/a asimismo encontrando algún vicio, tara o anomalia lleva a que muchos agentes dejen de realizar "operaciones" entre ellos que resultarían "eficientes".

Relacionado íntimamente con esta idea encontramos otro problema del mercado: la "información imperfecta". En este caso, se convierte en variable esencial realizar grandes inversiones en camapañas de marketing para convencer al consumidor de que nuestro producto tiene las cualidades que desea. Inconveniente: no todo el mundo tiene medios para acometer esos desembolsos y lo transmitido a través de esa publicidad, en general, no genera una información fidedigna. En cristiano: un tío con desparpajo, labia y buena imagen se "venderá" bastante mejor que uno tímido e introvertido independientemente de que, en último término, el primero pueda ser un hijo de puta redomado.

Si hay una anomalia en el mercado que me produce un tremendo desasosiego es "la inflación de las mujeres". Sucede que en este mercado, las mujeres elevan bruscamente el precio de su "producto" debido a la existencia de una, aparente, gran demanda por parte del hombre. Sin embargo, parte de esta demanda es una demanda ficticia o parcial, una "demanda putrida" que sólo busca la adquisición del bien para disfrute inmediato, devolviéndolo después e impidiendo así que éste haya sido adquirido por otro agente del mercado con un "coste de oportunidad" inferior. En la práctica: un "trepa baboso" siempre estará más dispuesto a renunciar a otras inversiones asumiendo costes más elevados, como el abandono de la dignidad, con tal de conseguir el disfrute fugaz de la chica que no un chico tímido y honesto que no tendrá la oportunidad ya que no estará dispuesto a pagar el alto precio de rebajarse intentando atraerla llamando su atención como sea.

En fin gentucilla, todas estas ineficiencas han hecho que me plantee muy seriamente no entrar en esta mierda de mercado y es que el tipo de consumidor que yo represento no pinta nada dentro de este desolador panorama. c´est la vie!

viernes, 14 de noviembre de 2008

Desintoxicado






Me he pasado 7 de los últimos 8 años de mi vida enganchado. No es fácil salir del pozo y más cuando tú solo tienes que llevar todo el peso de la decisión. Lo cómodo aquí es ser la víctima y no el verdugo. He jugado este ingrato papel al cortar la adicción de raíz. Resulta traumático pero es la única forma, al menos he llegado a tiempo. Vienen momentos duros pero ha merecido la pena el esfuerzo, ahora, por fin, soy dueño de mi vida. Libertad e independencia, casi había olvidado lo que erais.

Es tiempo de enriquecimiento personal, estancado desde ya ni me acuerdo, de vivir, de experimentar, tiempo de llenar mi álbum de recuerdos. Dependencia emocional, eres la peor de las drogas. Por tu culpa he pasado un verdadero infierno pero ahora estoy en condiciones de mirarte a los ojos y reírme en tu puta cara. Me río porque ya nunca más seré tu esclavo, he burlado tu cruel tiranía. Jódete y ve a buscar a otros, débiles de espíritu. En ellos siempre encontrarás aliados a tu causa, ellos siempre estarán a tu merced, yo , sin embargo, al fin he escapado de tu yugo.

lunes, 10 de noviembre de 2008

Arte rock

Yo que soy de muy sensibilidad artística muy acusada(...), veo creación allá por donde voy. Hay sitios que me producen especial debilidad en este sentido: los garitos rockeros y especialmente sus retretes. Qué mejor sitio para expresarse que el escusado, lugar en el que se producen momentos de intimidad e introspección únicos. Momentos que, aderezados con una buena dosis de intoxicación alcohólica o psicodélica, dan lugar a composiciones corales, armoniosas, llenas de vida y movimiento. Nada que envidiar a la bazofia que nos venden como "arte contemporáneo".

En fin, comienza la puja por las maravillosas obras que os voy a mostrar:

Granada







Madrid







Salamanca







Y para terminar, un video de un temilla de los franchus (o más bien de LCD Sounsystem) que me gusta muchísimo "de escuchar":

miércoles, 5 de noviembre de 2008

Masoquismo y Conformismo





Es una verdad inmutable, el equilibrio es imposible. No he sido capaz de encontrar en toda mi vida una sola pareja que se encuentre en un estado de "alineación de sintonías". Siempre hay alguien más implicado, alguien que sufre más y que está a merced del otro, es su pelele y ambos lo saben. Siempre hay un opresor y un oprimido, el resultado: un tira y afloja constante, consciente o inconsciente pero, ante todo, permanente. Pues bien, hay un origen de estos comportamientos fruto de la interacción entre dos vertientes de nuestra personalidad.

Por un parte tenemos el lado comodón o conformista, reacio a la soledad. Este lado provoca que necesitemos a una persona a nuestro lado a toda costa. Da igual la calidad de los sentimientos, no importa el rol que uno juegue en la pareja ni tampoco importa el respeto y la consideración del/al otro. Esta situación planteada ante el ideal del amor resulta francamente triste porque presenta las relaciones como situaciones de conveniencia y dependencia. En las que una o ambas partes sacrifican todo por la salvaguarda de un bien mayor: la compañía.

Por otra parte, el lado masoquista es el que se alimenta de ideales. Es la búsqueda infructuosa del amor. Se persigue lo imposible porque lo imposible constituye un reto. Reacciona a los estímulos producidos por la incertidumbre que, analizados desde otro punto de vista, son una fuente interminable de dolor y sufrimiento. Hay aquí una mezcla de sensaciones contradictorias pero ante todo muy intensas que al lado masoquista generan gran adicción. Es común, por tanto, observar como el de masoquismo dominante se lanza a una búsqueda inalcanzable, la búsqueda de la consecución del logro. Si este es alcanzado y torna asequible, el masoquista dominante pierde el interés fijando un objetivo nuevo. Se inicia así un ciclo interminable de flirteo y cortejo que se agota y reinicia con la pérdida y despertar de nuevas atracciones.

En fin, que según nos domine más un lado u otro, nos situaremos en una posición de dominancia o sumisión. Lo verdaderamente jodido es si tenemos un poquito de cada uno, un "fifty-fifty". Ahí amigo/a, estás jodido/a.